viernes, 31 de diciembre de 2010

SE FUE EL 2010

Qué nos dejó este año que termina, muchas gratas experiencias y también momentos muy duros y difíciles de entender. Sin embargo, es más positivo que negativo.

Las experiencias que se acumulan, las lecciones que la vida nos da las tenemos que asimilar y sacar de todo esto un buen balance. Yo lo diría así: llego al final de año con vida, sano, con algunos achaques propios del uso y abuso, y con mis gentes alrededor.

Para México, como país, fue un año difícil por la falta de control. Ha sido imposible detener los asesinatos y la violencia que vivimos, parece no haber quien la detenga y mientras más tiempo pasa más complicado resulta resolver este grave y complicado acertijo político.

Los legisladores, enfrentados todos contra un enemigo común: el Presidente, mantienen estacionado al país en un pantano, lleno de propuestas que no las toman ni para leer, y por el otro lado el Ejecutivo Federal que siente que los tiempos se acaban, y que los diputados no harán su papel para sacar lo toral y difícil, y se pertrecha en la figura del decreto y subsana en parte la desidia legislativa.

Hemos perdido calificaciones internacionales, en petróleo, en comunicaciones, de transparencia, de tranquilidad, estamos en un camino sinuoso que no sabemos a dónde nos lleve.

Un partido que regresará al poder total a tratar de remediar lo que él mismo dejó un tiempo y que no quiso hacer por rencilla política y de poder: el PRI. Los dos últimos presidentes que no pudieron quitarse, ni siquiera sacudirse al segundo nivel de gobierno, acabaron uniéndose a él, cayendo en los mismos errores, y no podemos decir que por incapacidad como se ha pretendido mostrar, ha sido un simple problema: no pudieron abrir sus propios nichos porque son corazas muy bien endurecidas y difíciles de romper y corromper.

Las decisiones que en materia sindical se tomaron parecían que acabarían en una muestra pequeña pero representativa, de una nueva vida sindical de este país, qué triste porque el SME ahora no pide exige, que si les dieron la toma de nota, lo que sigue es otra paraestatal basado en una serie de entuertos jurídicos, no será la CFE, porque sus contratos lo prohíben.

Otro funcionario que se las trae y también hizo y deshizo es Juan Molinar Horcasitas, que aunque se niegue y el gobierno no acepte, fue una jugada magistral y quién sabe cuánto dejó a los corruptos el aniquilamiento de CMA, que ha obligado a sus sindicatos a ser más realistas para poder negociar una nueva Mexicana de Aviación.

Estos dos acontecimientos fueron de los relevantes, hay otros que pasarán a otros sexenios. Lo cierto es que pasan los años y no avanzamos, siempre lo mismo, la miseria y la pobreza en su apogeo, paraestatales quebradas, y adelante, no sé por cuánto tiempo más.

En materia petrolera tenemos que comprar a precios de dólar gasolinas en el mundo para nuestro consumo, lo que producimos es nada, e igual el gas butano de consumo doméstico.

Les deseo, a pesar de todo, un feliz nuevo año, mucha salud y bienestar, procuren no enfermarse y, por favor, no se olviden de trabajar todo lo que puedan.

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